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La historia detrás del Imperio Trump

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En la actualidad, Donald Trump es conocido mundialmente sobre todo por haber sido presidente de los Estados Unidos entre 2017 y 2021, además de ser nuevamente candidato para las elecciones de este año.

Pero su historia dista mucho de haber comenzado en la política. Hijo de un inmigrante que se destacó en la industria de los bienes raíces, Donald Trump erigió un imperio gracias a negocios millonarios que, entre otras cosas, involucraron al mundo del juego y los casinos.

Los orígenes

Donald Trump no es el típico caso del niño pobre que se convierte en millonario. Comenzó con una gran ayuda por parte de su padre, de quien heredó una importante empresa familiar de bienes raíces. De ella se hizo cargo en 1971 y, al tiempo, la renombró como Trump Organization.

Durante esos primeros años, sus negocios giraron en torno a la construcción y a la remodelación de numerosas torres de oficinas, casinos y campos de golf. Ya entonces había comenzado a amasar una interesante fortuna. También se convirtió en uno de los principales accionistas de Miss Universo y Miss USA y, un poco más adelante, participó en el show televiso El Aprendiz.

Trump y su relación con los casinos

A principios de los 80, después de haber obtenido un gran éxito siguiendo los pasos de su padre en el rubro de los bienes raíces, Donald Trump quiso incursionar en el mundo del casino. Fue entonces que fundó la empresa Trump Entertainment, que daría origen a tres casinos: el Trump Castle, el Trump Plaza y el Taj Mahal. En la administración y gerencia de todos ellos fue muy importante la participación de su exesposa Ivana Trump.

En 1992, sobrevino una crisis económica muy grande que paralizó la industria de los bienes raíces. El mismo Trump pudo darse cuenta de que la Trump Organization no hubiera podido sobrevivir a no ser por los enormes ingresos de dinero provenientes de sus casinos. La Trump Entertainment estaba siendo crucial para sostener los cimientos de lo que finalmente se consolidaría como su gran imperio.

Atravesando tiempos difíciles

Pero el mundo de los negocios tiene constantes vaivenes. Y también sus proyectos relacionados con el juego tuvieron que atravesar varias turbulencias durante los años que siguieron. El primer gran revés lo recibió el casino Taj Mahal, ubicado en Atlantic City, en New Jersey, muy cerca de Nueva York. Entró en bancarrota y tuvo que ser demolido. Para saldar algunas de las deudas millonarias que esto generó, Trump tuvo que vender su yate privado y algunas otras pertenencias.

Todo buen empresario sabe que las crisis forman parte del camino y parte del éxito consiste en saber recuperarse de ellas. Así lo hizo Donald Trump que supo mantener a flote varias de sus empresas.

Su paso por la política

Pero sus aspiraciones no se limitaron solo a los negocios. Ya con una fortuna bien consolidada, Donald Trump comenzó a interesarse por el mundo de la política. Después de algunas idas y vueltas, en 2015 finalmente anunció su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos por el partido republicano para las elecciones de 2016.

A lo largo de la campaña, el propio Trump hizo gala de su resiliencia y de su capacidad para remontar negocios en crisis y levantarse en los momentos más difíciles. Argumentó que esas mismas habilidades y conocimientos podía aplicarlos para solucionar los problemas económicos del país del norte.

Su popularidad, acrecentada por su participación televisiva, y su carisma lo llevaron a ganarse la admiración de buena parte de la población estadounidense. Fue lo que finalmente lo condujo a asumir la presidencia de ese país entre 2017 y 2021. En la actualidad, es nuevamente candidato para ejercer dicho rol. Su suerte se conocerá en las elecciones que se llevarán a cabo en noviembre de este mismo 2024.

Un imperio con luces de neón

Donald Trump mantuvo durante mucho tiempo una importante relación con el mundo de los casinos. Si bien con el paso del tiempo tuvo que venderlos o declararlos en quiebra por problemas financieros, supieron ser un emblema del lujo y la sofisticación. Además, la industria del juego ofició de sostén para el resto de sus negocios cuando las cosas se pusieron difíciles para las empresas dedicadas a los bienes raíces.

Hoy en día, el magnate y expresidente de los Estados Unidos está alejado de los negocios emparentados con el juego y el entretenimiento, pero siempre se sintió muy atraído por este tipo de inversiones a las que les debe mucho.

La historia detrás del imperio Trump deja muchas lecciones. Una de ellas es que, así como en los negocios, en el juego a veces se gana y otras, se pierde. Por eso, siempre hay que apostar responsablemente y saber retirarse a tiempo.