El baccarat es un juego de mesa que tiene todos los condimentos para hacerte pasar un rato inolvidable. Es dinámico, desafiante e impredecible. Esto lo convierte en un juego muy popular en todos los casinos, tanto físicos como virtuales.
Pero hay ciertas cuestiones a tener en cuenta antes de comenzar para que la experiencia sea completa. Hay que saber las reglas, jugar con responsabilidad y tener también alguna estrategia a la que apegarse para intentar maximizar las probabilidades de ganar. Repasemos algunas de ellas.
Las reglas básicas del baccarat
Antes de comenzar a jugar, es conveniente conocer las reglas de este que es uno de los juegos de mesa más apasionantes. El baccarat es muy sencillo, pero como todos los juegos de casino, posee un alto componente de azar. El juego enfrenta a jugadores con el crupier en un intento por alcanzar con las cartas una mano lo más cercana al 9. El objetivo del baccarat es acertar si ganará la banca, el jugador o si habrá un empate.
Luego de que todos los jugadores hayan hecho sus apuestas, el crupier reparte dos cartas para el jugador y dos cartas para sí mismo. Como anticipamos, el objetivo es llegar a nueve puntos sumando los valores de las cartas. Los ases valen uno, las cartas del 2 al 9 valen por su valor nominal y las figuras valen diez. Si la suma de las dos cartas supera al nueve se restan las decenas. Por ejemplo, si las cartas fueran una jota y un 3, se suma 10 + 3 dando como resultado el 13. Como se trata de un número de dos cifras se le resta la decena: 13 – 10. El resultado sería 3.
A su vez, dependiendo del resultado de la suma de las primeras dos cartas, es posible que se añada una tercera. Si la suma es 5 o menos, se repartirá una tercera carta. Si no, la mano termina ahí y se analiza quién ganó. Gana quien tenga las cartas que sumen nueve o estén más cerca de nueve. En base a eso se reparten las ganancias. La tabla de pagos indica que las apuestas por la banca pagan 0.95 a 1, las apuestas por el jugador pagan 1 a 1 y el empate paga 8 a 1. En cambio, todos los que apostaron por el perdedor pierden la totalidad de las fichas apostadas.
¿Qué estrategias se pueden utilizar en una partida de baccarat?
Es importante destacar que el baccarat no es un juego de los que se juega un par de partidas y luego se cambia a otro. Cuando jugamos a baccarat conviene jugar varias manos seguidas. Esto nos dará la posibilidad de analizar rachas y de poder completar la estrategia seleccionada. A continuación, veremos algunas estrategias que nos pueden ayudar a aumentar las probabilidades de ganar.
- Una de las más conocidas y aplicadas es la del Sistema Paroli. Aquí hay que elegir una opción y apostar progresivamente siempre por esa. Entonces, si por ejemplo se ha elegido la banca comenzaremos apostando 10. Si ganamos, en la siguiente ronda apostaremos 20 y así hasta llegar a 40. Pero si perdemos, volvemos a apostar 10. Esta estrategia da muchas posibilidades de aprovechar las rachas ganadoras y de no perder montos significativos durante las rachas perdedoras.
- Otra estrategia muy famosa es la Martingala, que también es utilizada en muchos otros juegos de casino. Esta consiste en determinar una apuesta inicial y repetirla siempre luego de ganar. En cambio, luego de perder, el jugador deberá duplicar esa apuesta inicial, y seguirá duplicándola hasta volver a ganar. Una vez que obtenga una victoria, retornará a la puesta inicial. La desventaja de esta estrategia es que, en caso de perder varias rondas consecutivas, la apuesta crecerá tan exponencialmente que puede volverse algo riesgoso.
- En tercer lugar, tenemos la estrategia Fibonacci, que hace referencia a la secuencia de números creada por un matemático italiano. Esta secuencia consiste en sumar los dos números anteriores: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21 y así hasta el infinito. En esta estrategia, el jugador empezará apostando por el número uno y avanzará hacia el siguiente número cada vez que pierda. Cuando gane, deberá retroceder dos números en la secuencia. Entonces si pierde cinco veces seguidas y en la sexta mano gana, en la próxima apostará tres unidades. Si bien en esta táctica los números no se duplican linealmente, van creciendo rápidamente y también se corre el riesgo de la que apuesta crezca demasiado luego de una racha perdedora muy larga.
- Otras dos estrategias que pueden utilizarse para jugar al baccarat son la Baccarat Unilateral y la de cambio de tendencia. La primera consiste en escoger un lado, jugador o banca, y apostar por ese lado durante todas las rondas. Por el contrario, en la táctica de cambio de tendencia, el jugador cambiará de lado luego de dos pérdidas consecutivas. Estas estrategias son muy sencillas de aplicar y permiten realizar apuestas más conservadoras.
- Por último, tenemos el sistema Labouchere, que consiste en determinar un objetivo de ganancia y dividirlo en pequeñas unidades. Por ejemplo, si la intención es ganar 50, dividiremos ese número en cantidades más pequeñas: 1-2-5-2-8-10-10-12. La primera apuesta será la suma del primer y del último número de la secuencia: 1+12=13. Si la mano es ganadora, se tachan esos dos números, quedando la secuencia de la siguiente manera: 2-5-2-8-10-10. En cambio, si el jugador pierde, se suma ese número al final de la secuencia: 1-2-5-2-8-10-10-12-25. En este ejemplo, la siguiente apuesta debería ser de 26. Esta estrategia está pensada para recuperar lo perdido en pocas rondas, pero tiene la desventaja de que una racha negativa larga, puede llevarnos a apostar grandes sumas de dinero.
Jugar siempre con responsabilidad
Más allá de la estrategia que escoja cada jugador, lo importante es jugar siempre con responsabilidad. Esto puede significar fijar un presupuesto de antemano para que la emoción que despiertan estos juegos de mesa no nos lleve a apostar más de la cuenta.