Los que disfrutan de jugar en casinos, tanto como de ver buenas películas, no deberían perderse Un golpe sobrenatural. Este film de origen ruso, presentado en las salas de todo el mundo en 2018, combina parte de la realidad del juego con toda la fantasía de una película de superhéroes. Una buena opción de cine fantástico de la que hablaremos a continuación.
Una odisea sobrenatural
Esta película, dirigida por Aleksandr Boguslavskiy y Francesco Cinquemani, tuvo gran aceptación. Sobre todo en el público español, que vio con buenos ojos la presencia de Antonio Banderas dentro de un reparto casi enteramente integrado por actores rusos, aunque fuera interpretando un papel secundario.
El film cuenta con algunas buenas actuaciones y posee un argumento que coquetea entre la fantasía y la ciencia ficción, Un golpe sobrenatural cuenta la historia de Maykil, un talentoso jugador solitario que no da puntada sin hilo. En esta ocasión, planea un golpe maestro en el casino más grande y lujoso de Moscú.
Pero algo interfiere con sus planes. En una partida de póker, se enfrenta a Alex, un misterioso jugador, de aspecto místico. Cuando menos se lo espera, las cartas de Maykil cambian misteriosamente en sus manos y lo pierde todo.
No solo su plan maestro fracasa, sino que tiene una semana para saldar la enorme deuda que se le ha generado. Y no solo se trata de dinero, porque también su vida se encuentra amenazada. Pero Maykil no es un improvisado y, puesto contra la pared, echa mano a todos los recursos que tiene a disposición.
Es entonces que idea un nuevo plan: reunir a un grupo de personas con poderes especiales para que lo ayuden a recuperar su dinero. Bajo otras circunstancias, podría hacerlo solo, pero el escaso tiempo del que dispone demanda una solución drástica.
Ahora cuenta con la ayuda de cuatro «superhéroes» muy particulares. Eric, un joven rico con poderes de telequinesis. Tony es un taxista que puede ejercer dominio sobre los aparatos electrónicos como, por ejemplo, las cámaras del casino. Kevin es un chico autista que tiene poderes hipnóticos y puede colocar pensamientos en las mentes de las personas por un corto período de tiempo. Por último, está Verónika, el clásico estereotipo de «chica linda» que no podía faltar en la película. Ella tiene el poder de la telepatía, por lo que puede oír y transmitir pensamientos a la distancia.
Lo cierto es que, a pesar de todos estos poderes especiales, a Maykil y su grupo no le resultará fácil salirse con la suya, ya que se enfrentan a un rival muy poderoso. Quienes quieran saber cómo termina la historia, deberán ver la película.
Una película con diversión garantizada
El film está cargado de acción y efectos especiales impactantes, por momentos llegándose a asemejar a la estética de esos videojuegos de lucha. Hay persecuciones, disparos, gente que vuela y mucha, mucha adrenalina.
Pero también se quiso que la historia tuviera algo de realismo. Para que sus personajes fueran lo más verosímiles posibles, los productores de la película se valieron del asesoramiento de expertos rusos sobre el fraude en los juegos de casino. Suena un poco contradictorio que un film que apela a recursos tan fantasiosos quiera ser certero en este tipo de información, pero se celebra la responsabilidad demostrada con relación a un tema que es bastante serio.
Quienes se sienten a ver Un golpe sobrenatural disfrutarán también de espectaculares imágenes del interior del casino Oracul, en Azov City, Rusia. Fue allí donde la mayor parte de las escenas de juego fueron filmadas.
A pesar de la entretenida trama que sugiere la simpática posibilidad de recurrir a poderes especiales para ganar en el casino, no hay que hacerse ilusiones ni creer en la magia. Nunca hay que perder de vista que lo que se muestra en la película es pura ficción. De una mera fantasía pensada para el entretenimiento.
En la realidad, no hay estrategia ni truco que asegure un resultado ganador en los juegos de azar. Mucho menos, poderes sobrenaturales. Por eso, siempre la recomendación es jugar con responsabilidad. Y, por qué no, disfrutar de una película divertida después del juego, sin importar cuál haya sido el resultado.