Jugar en el casino resulta apasionante. La emoción viene de la mano con los juegos de azar que, no solo ofrecen diversión, sino también la posibilidad de ganar premios. Todo ello se ve reflejado en el gran número de personas que visitan los casinos físicos de España o se registran en el casino online.
Pero el juego tiene que ser tomado con mucha responsabilidad para que la experiencia sea positiva. Por eso, la industria está sujeta a estrictas regulaciones no solo en España, sino en varios países del mundo. Uno de los principales objetivos de dicha regulación es mantener alejados del juego a los menores de edad. ¿Cuál es la edad mínima con la que la ley española autoriza a acceder a los juegos de azar?
El casino no es cosa de niños
En España, el organismo encargado de regular la actividad de los operadores de casino es la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ). Es ella quien vela, entre otras cosas, por la seguridad de los usuarios. Y debe asegurarse de que se respete la ley que establece que la edad mínima para jugar en casinos o casas de apuestas es de 18 años.
Los menores son los más vulnerables frente al gran atractivo que presenta el juego. Esto es un acuerdo casi unánime a nivel mundial que obedece a la premisa de que aún no cuentan con la madurez necesaria como para tomar decisiones correctas. La gran mayoría de ellos, por otra parte, no manejan un presupuesto propio, por lo que a la hora de apostar muy probablemente estén haciendo uso de un dinero que no les pertenece o que no les fue concedido para tal fin.
Por esta razón, todos los casinos y casas de apuestas tienen estrictamente prohibido permitir el ingreso de menores de 18 años a sus instalaciones. Y es algo que suele respetarse a rajatabla, porque, de no ser así, corren el riesgo de ser sometidos a multas o, incluso, a ser suspendidos en sus actividades. Deben pedir identificación a cada persona que llega a su puerta y denegarle la entrada a quienes aún no hayan cumplido los 18 años.
Lo mismo ocurre para los operadores online, a quienes la virtualidad los obliga a reforzar todavía más sus controles para evitar fraudes. En el momento de registrarse, los usuarios deben consignar, entre otros datos, su fecha de nacimiento. Y, en cualquier momento, pueden recibir el pedido de verificar su identidad mediante el envío de determinada documentación que avale los datos consignados. Si se detecta que la persona ha mentido y es menor de edad, su cuenta queda inmediatamente inhabilitada.
Un juego para adultos responsables
Lo que a simple vista puede parecer un juego de niños o una diversión inofensiva el día de mañana puede traer aparejados grandes problemas.
No debe quedar ninguna duda: en España los menores de 18 años tienen terminantemente prohibido por ley realizar apuestas deportivas o jugar a juegos de casino. Esa diversión queda relegada exclusivamente a los adultos que, incluso contando con mayoría de edad y la madurez suficiente, deben prestar especial atención a jugar siempre con responsabilidad y criterio.