Jugar a los juegos de casino es verdaderamente divertido. Por eso, cada día son más quienes se registran en plataformas como la de Casino777. ¿Pero qué hay acerca de ganar o perder? ¿De qué depende realmente? Pues bien, ese es un tema que le concierne casi exclusivamente a la suerte.
A lo largo de la historia, han sido muchas las frases célebres que sobre ella se han dicho o escrito. Y, a continuación, nos proponemos analizar algunas de ellas para, de paso, interpretarlas a la luz de lo que sucede alrededor de los juegos de azar. ¡Acompáñanos!
La suerte va y viene
Entre las muchas frases célebres o populares que existen sobre la suerte, hay algunas que hacen referencia a la necesidad de no subestimarla o negarla.
Como la del famoso presentador televisivo Larry King: «Aquellos que han tenido éxito en algo y no mencionan a la suerte se están engañando a sí mismos». Sí, es cierto que en algunos juegos como el póker o el blackjack puede haber un margen de acción para las habilidades que hayan desarrollado los jugadores y las decisiones que tomen sobre la marcha. Pero nunca hay que sobreestimar dicho margen. La suerte será quien, en definitiva, tenga siempre la última palabra.
Otra frase muy conocida es la del escritor estadounidense ganador del Premio Pullitzer, Cormac McCarthy, que recuerda la necesidad de no quejarse o renegar de la suerte: «Nunca se sabe de qué peor suerte te ha salvado tu mala suerte». Tal vez, retirarse después de algunas apuestas no ganadoras fue una buena decisión que terminó evitando mayores pérdidas.
Thomas Jefferson expresó: «Soy un gran creyente en la suerte. Y me parece que cuanto más trabajo, más la tengo.» Algo que puede resultar ser muy cierto para la vida, en la que hay que crear las oportunidades para que la suerte opere. Pero no tanto para el casino. Claro que en los juegos de azar aprenderse bien las reglas y perseverar en algunas apuestas puede aumentar las posibilidades de ganar, pero esto está muy lejos de ser una constante o garantizar el éxito.
Esta ocurrente frase podría funcionar como contrapartida: «Puedes creer que la suerte depende de una pata de conejo si quieres, pero recuerda que no funcionó para el conejo.» Y sirve para pensar en que no se debe depositar toda nuestra fe en ella, ni creer en rachas o supersticiones. Algo muy frecuente entre los jugadores de casino.
Como bien reza este proverbio sueco, nunca hay que fiarse demasiado de la suerte: «La suerte nunca da, solo presta». No, la suerte no es para siempre y puede cambiar rotundamente de un momento a otro.
Un mensaje similar, aunque con palabras más eruditas, nos dejó el dramaturgo griego Eurípides con su frase: «El hombre que se vanagloria en su suerte será derrocado por su destino». Una sabiduría que se propaga desde el Siglo V a.c hasta nuestros días.
Algo indefinible, pero que puede tener un efecto memorable
¿Qué es la suerte después de todo? Sobre eso reflexionó el escritor Kurt Vonnegut con su frase: «Lo único que aprendí fue que algunas personas tienen suerte y otras no, y ni siquiera un graduado de la Harvard Business School puede decir por qué».
Qué es lo que hace que la suerte acompañe más a algunos que a otros, no se sabe. Tampoco si hay recetas mágicas para atraerla, o qué provoca que vaya y venga. Pero lo que es seguro es que un golpe de mala suerte puede tener efectos profundos y duraderos. Ya lo dijo otro novelista, el estadounidense Edgar Watson Howe: «Un hombre se olvida de su buena suerte al día siguiente, pero se acuerda de su mala suerte hasta el año próximo».
En conclusión
Todos los jugadores de casino saben que el resultado de su juego dependerá, en mayor o menor medida, de la suerte. Según el juego, hay posibilidades de aumentar o disminuir las chances de ganar, mediante la práctica, la estrategia y el aprendizaje. Sin embargo, al ser la suerte un factor no solo importante, sino ineludible, siempre hay que jugar con responsabilidad.
Para ilustrarlo, nada mejor que finalizar con una frase que le pertenece a Phil Hellmuth, jugador internacional de póker y autoridad indiscutida en la materia: «Si no existiera la suerte, ganaría siempre».