Jugar al blackjack es muy entretenido y renueva en cada ronda el objetivo de desafiar al crupier con la mano más cercana al 21. Este juego de naipes, como todos, tiene reglas que más vale conocer al detalle para sacarle el máximo provecho a las cartas que tocaron en suerte. Tal es el caso de la posibilidad de separar o dividir manos. A continuación, veremos de qué se trata.
Reglas básicas del blackjack
Antes de meternos de lleno en la función de separar cartas en el blackjack, viene bien repasar algunas de sus reglas básicas. Cuando se inicia una partida, el crupier reparte dos cartas a cada jugador, que coloca boca arriba sobre la mesa de juego.
A su vez, se reparte a sí mismo una o dos cartas. Aquí las opciones varían según la modalidad de blackjack que se esté jugando. En el caso del blackjack americano, si la primera carta del crupier es un AS o un 10, a los jugadores se les da la posibilidad de hacer apuestas de seguro y, acto seguido, se devela la segunda carta del crupier.
En el blackjack europeo y otras modalidades, el crupier se reparte una carta que queda al descubierto al iniciar la partida y la segunda recién al finalizar.
Una vez finalizado el reparto inicial, llega el momento de realizar las apuestas y de comenzar a tomar decisiones. Es aquí donde cada jugador debe elegir qué hacer con su mano. Puede pedir más cartas, de una en una, para intentar acercarse al 21, en el caso de tener una mano blanda o débil. Puede decidir plantarse si lo considera arriesgado o no lo necesita por tener una mano dura o fuerte. O, incluso, puede decidir rendirse en aquellas modalidades que lo permiten.
Es en esta instancia del juego donde también aparece la opción de dividir o separar cartas (split, en su versión en inglés)y de doblar la apuesta.
Una vez que los jugadores han realizado todos sus movimientos, el crupier descubre su segunda carta (cuando aún no lo ha hecho) y quien tenga la mano más cercana al 21, gana la partida.
Separar cartas en el blackjack
Cuando se juega al blackjack, separar significa dividir la mano en dos, y es algo que se puede hacer solo cuando las dos cartas que se recibieron en el reparto inicial son del mismo valor. Esto no significa que solo se pueden separar cartas iguales. Porque si se tiene un 10 y una J, como ambas valen 10, también califican para separarse en dos manos.
Al hacerlo, se duplican las opciones de obtener una mano ganadora y, por ese motivo, es que también se requiere que se duplique el monto de la apuesta original. Una vez que se dividen cartas, se sigue jugando normalmente cada una de las dos manos, pudiendo el jugador optar por pedir más cartas o plantarse. Hay que tener en cuenta que no en todas las mesas de blackjack está permitido doblar una vez que se dividen cartas, así que más vale revisar este punto antes de tomar la decisión.
Cuándo conviene separar manos en el blackjack
Aunque la estrategia dependerá de cada jugador, hay algunas pautas basadas en la lógica y las probabilidades que siempre es bueno conocer y tener en cuenta al momento de tomar una decisión.
Se recomienda dividir cartas cuando se tiene un par de 8 o de cartas de menor valor. Lo mismo cuando se tiene una mano de dos Ases. Como en el blackjack un As puede valer tanto 1 como 11, una mano con dos Ases representa un 2 o un 12. La estrategia de dividirla es ventajosa, ya que el número de cartas con valor 10 es muy significativo. En este sentido, hay que tener en cuenta también que algunas mesas de blackjack no permiten pedir más de una carta adicional cuando se dividen Ases.
Por otra parte, es más discutible la conveniencia de separar cartas cuando en el reparto inicial se han recibido dos nueves. Es cierto que en este caso los números indican una mayor probabilidad de mejorar dicha mano que suma 18, pero también es verdad que ya resulta una mano bastante fuerte con altas chances de ganarle al crupier.
Muchos jugadores, sobre todo los novatos, suelen caer en el error de pensar que dividir dos 10 o dos figuras es buena idea. En realidad, se está cambiando una muy buena mano que suma 20, por dos manos que pueden llegar a sumar mucho menos y obliguen a pedir más cartas. Y no hay que olvidar que al separar y pedir nuevas cartas también se corre el riesgo de pasarse de 21. Y ahí es donde gana protagonismo la suerte, y la razón por la que siempre hay que jugar con responsabilidad cuando de juegos de azar se trata.
Además, la conveniencia o no de separar cartas va a depender también de las cartas que le hayan tocado en suerte al crupier y de la modalidad de blackjack que se esté jugando. Razón por la cual, hay que analizar la situación completa antes de tomar una decisión.
Suerte y estrategia se unen en un juego desafiante
El blackjack es un desafío que pone frente a frente al jugador con el crupier, sin importar quién más forme parte de la partida. Además, es uno de los juegos de casino que tiene el mayor margen de ganancia para el jugador. Por eso, y porque ha sabido ir adaptándose al paso del tiempo y a los gustos de los usuarios, es que cada día goza de mayor popularidad.
Para tener más oportunidades de ganar, hay que conocer bien las reglas así como el valor de cada mano y sus probabilidades de derrotar al crupier. Pero, sobre todo, hay que jugar utilizando la cabeza y no dejándose llevar por el impulso.
Si bien es cierto que las posibilidades de contar con manos ganadoras se duplica al separar, también se duplica el riesgo. A veces, más vale pájaro en mano que ciento volando, por lo que jugar con responsabilidad, es lo único que garantiza la diversión total.