Junto con la ruleta, el blackjack y el póker, el baccarat es uno de los juegos de mesa más populares dentro de los casinos. Aunque tal vez es el menos conocido de ellos y algunos catálogos no lo incluyan, es un juego verdaderamente apasionante. ¿Sabes en qué consiste? Sigue leyendo y entérate.
Reglas básicas del baccarat
El baccarat es un juego que se cree se originó hace más de 500 años en Italia. Su nombre se traduce como «cero» debido a que es el valor que adoptan algunas de sus cartas. El juego tiene un objetivo simple y claro: adivinar si será el representante de la banca o el jugador quien obtenga una mano que sume 9, o se acerque lo máximo posible sin pasarse.
Por eso, el baccarat es muy fácil de jugar y no requiere de ti más que elegir qué tipo de apuesta realizar. Las partidas se juegan en una mesa semicircular que enfrenta a los participantes con el crupier y puede contener hasta 14 jugadores. Pero, más allá de la cantidad, es bueno aclarar que el duelo siempre es individual entre cada jugador y el dealer.
Delante de cada jugador, el tapete del juego muestra las tres opciones de apuesta: una es a favor de que ganará el jugador (es decir, él mismo), otra a favor de que ganará la banca y, la tercera, apuesta al empate.
Una vez que los jugadores han realizado sus apuestas, el crupier reparte 2 cartas para cada jugador y 2 cartas para la banca. Si alguno llegara a sumar 8 o 9 con esas cartas se declara ganador «natural» de la mano. Si se diera cualquier otro resultado, se repartirá una tercera carta para el jugador y la banca, de acuerdo a unas reglas específicas.
Se tienen entonces las manos definitivas y se alza como ganadora la que más se acerque al 9. Si el ganador fuera el jugador, se le paga el premio, y el ciclo de apuestas se reinicia.
El valor de las cartas
Ahora bien, si bien el baccarat es tan simple como acabas de leer, es muy importante conocer el valor de las cartas, ya que no siempre se corresponde con su numeración. Los ases valen un punto y las cartas que van del 2 al 9 respetan el valor de su número. Sin embargo, los 10 y todas las figuras valen 0.
¿Qué pasa cuando la suma de las cartas suma más que 10? En ese caso, se toma en consideración el segundo dígito. A modo de ejemplo, diremos que a una mano que sume 12, se le adjudicará el valor de 2.
¿Existen estrategias para jugar al baccarat?
Tal como sucede con el blackjack, otro juego de cartas con el que guarda muchas similitudes, el baccarat es uno de los juegos de mesa que menores ventajas presenta para la casa. Sin embargo, hay quienes piensan que se puede reducir aún más mediante la implementación de algunas estrategias.
Lo cierto es que en el baccarat, ahora sí, a diferencia del blackjack, el único momento en el que el jugador puede decidir algo es al realizar su apuesta. Después, el juego sigue automáticamente a manos del crupier, o del ordenador si se está jugando en su versión online. Por ende, toda posibilidad de acción o de implementar estrategias se reduce a esa instancia.
La más popular de todas es el conteo de cartas, que ayuda a discernir qué valores de cartas quedan en los mazos y así, supuestamente, tomar mejores decisiones de apuestas.
Otras estrategias que pueden usarse son la Martingala, que consiste en duplicar el monto de la apuesta cada vez que se sufre una derrota, y el sistema Fibbonacci. Este último consta de una fórmula de apuestas a la que deberás ajustarte estrictamente.
¿Alguna es infalible? Por supuesto que no, porque el baccarat no deja de ser más que un entretenido juego de azar.
Si eres jugador habitual del casino online, también allí podrás disfrutar de este interesante juego de mesa. Existen numerosos desarrollos de baccarat surgidos de algunos de los proveedores de juegos más prestigiosos de la industria.
Aunque en todos la esencia del juego es la misma, ahora se traduce en una pantalla, y pueden presentarse algunas diferencias entre versión y versión, por lo que siempre es conveniente analizarlas previo al juego.
En muchos casinos online también es posible jugar a baccarat en vivo, lo que le sube la apuesta a la diversión y a la sensación de estar participando de una sala en vivo. Este se juega en tiempo real enfrentando a un crupier de carne y hueso. La partida se transmite desde una sala física especialmente preparada y es posible interactuar con el crupier y los demás jugadores a través de un chat en vivo.
Diviértete jugando al baccarat
Para comenzar a jugar al baccarat, como vimos, no se requiere aprender reglas complicadas. Con que sepas el valor de las cartas, estará bien. Si quieres probar alguna estrategia, claro que puedes hacerlo, aunque sabemos que ninguna garantiza la victoria.
Lo mejor que puede hacer quien quiere iniciarse en este o cualquier otro juego de mesa, es hacerlo en un casino online que opere con licencia legal, donde se tenga la seguridad de que los datos y el dinero estarán protegidos. Luego, decidir en qué modalidad de baccarat se quiere jugar, y conocer cuáles son sus requisitos de apuestas y si presenta alguna regla específica particular.
Por último, establecer un límite para el tiempo y el presupuesto que se va a invertir en el juego. Nada mejor que jugar con responsabilidad para que la diversión esté asegurada.