En general, el objetivo de todos los entes reguladores del mundo es velar por la seguridad y la buena experiencia de los usuarios de la actividad que regulan. En el caso de la Dirección General de Ordenación del Juego, su área de injerencia, como el nombre lo indica, es el juego, principalmente el de azar y las apuestas deportivas.
Su función es expedir licencias para operar a casinos físicos y online, combatir la adicción al juego y el fraude y regular la actividad en general, controlando que los servicios que los casinos ofrecen sean de calidad y que paguen a los usuarios en tiempo y forma.
Historia de la DGOJ
La DGOJ fue creada en el año 2011 a partir de la Ley 13/2011, aprobada por el Congreso de Diputados el 27 de mayo de ese año. Viene a suplir la necesidad que se estaba dando a lo largo y a lo ancho del territorio español de minimizar los efectos negativos que el juego puede causar en las personas.
Así surge la primera etapa de la DGOJ, ya que en 2012 se modifica esta ley poniéndola en consonancia con las disposiciones que regían en el resto de la Unión Europea. Así fue que se terminaron de delinear sus objetivos y en base a ellos se creó toda la estructura y la normativa de la Dirección.
Los objetivos son bastante claros y sencillos. En primer lugar, la DGOJ debe velar por los derechos de los jugadores que, si no existieran estas regulaciones, quedarían a merced de las casas de juego. Luego, también persigue el objetivo de cuidar y mantener el orden público. La DGOJ se propuso asimismo el cuidado de los menores de edad y de aquellos grupos que no puedan resistir los efectos negativos del juego por sí mismos. El último objetivo tiene que ver con evitar el fraude, ya que los casinos son lugares propensos para este tipo de delitos por el hecho de que es posible que grandes sumas de dinero pasen de una cuenta a otra en muy poco tiempo.
Funciones y competencias de la DGOJ
Con los objetivos ya delineados, se establecieron las funciones y las competencias de la DGOJ. Son varias y son llevadas a cabo por las tres subdirecciones que conviven en la Dirección General: la Subdirección General de Regulación del Juego, la Subdirección General de Inspección del Juego y la División de Control del Juego Seguro.
Entre estas tres sub entidades se dividen la totalidad de las tareas de la DGOJ. La función más conocida es la de emitir los certificados habilitantes con los que operan todos los tipos de casas de juegos: casinos virtuales y físicos, casas de lotería, salas de tragaperras, clubes de juego, etcétera. Pero también se encargan de generar y presentar proyectos legislativos para regular algunas actividades específicas relacionadas con el juego de azar y las apuestas deportivas. Asimismo, controlan y auditan a los proveedores de juegos de azar que ya posean un certificado habilitante para evaluar si cumplen con la normativa vigente. También están encargados de imponer sanciones a quienes no las cumplan, y dentro de sus competencias, está la de suspender o revocar licencias. A su vez, reciben consultas y quejas de los usuarios de casino y les dan curso según corresponda. Por último, con relación a este tema, son los encargados de controlar las actividades y las situaciones financieras de los operadores de casinos.
El rol social de la DGOJ
La Dirección General de Ordenación del Juego, además de ser un organismo de control, tiene la función de colaborar con la sociedad para que cada persona sea responsable sobre el vínculo que mantiene con los juegos de azar. A su vez, se determinó que todas las personas entre 18 y 25 conforman un grupo de riesgo y se legisla diferente para este grupo.
En esta línea, la DGOJ ha presentado y hecho aprobar por el Gobierno español, un Real Decreto en el que se imponen 30 medidas que apuntan a fomentar el juego responsable. A su vez, se ha implementado la creación de una base de datos con información sobre las conductas de los jugadores. Entonces, por ejemplo, los mayores de 25 años que hayan perdido 600 euros en un plazo de 21 días se considerarán perfiles activos, mientras que para las personas de entre 18 y 25 este límite se fija en los 200 euros. Basándonos en esto, se generan estadísticas que permiten legislar con mayor precisión y destinar los fondos que son realmente necesarios para combatir estos problemas.
A su vez, la existencia de la DGOJ permite que los jugadores de casinos puedan estar tranquilos de que alguien está velando por sus derechos. Ya que ellos saben que ante cualquier irregularidad, pueden contactar con la línea de atención de la DGOJ, resolver sus dudas y realizar denuncias o reclamaciones.
La importancia de la autorregulación
Si bien la existencia de la DGOJ es muy importante y necesaria en lo que a control de adicciones respecta, hay una parte que implica de lleno a los usuarios y que tiene que ver con la autorregulación. Gracias a la legislación impuesta por la Dirección, todos los casinos deben ofrecer la posibilidad de establecer en la configuración del perfil del usuario límites de inversión de dinero y de tiempo. Esto significa una gran ayuda para las personas que tienen tendencia a dejarse llevar por la emoción del juego. Contar con esta opción los alerta y los ayuda a entrar en razón cuando sientan que están destinando mayores recursos de los establecidos.
Gracias a la existencia y la labor de la Dirección General de Ordenación del Juego los usuarios pueden jugar más tranquilos sintiéndose protegidos, pero también es importante que siempre lo hagan con responsabilidad y haciendo uso de todos los recursos que brindan los casinos para que el juego nunca deje de ser una diversión.