El póker se ha convertido en uno de los juegos de mesa más elegidos tanto en casinos físicos como online. Esto se debe, en parte, a que se trata de un juego muy apasionante cuyo resultado se desprende no solo de la suerte, sino también de las habilidades y las estrategias que despliegue cada jugador.
El crecimiento en su popularidad va de la mano con la organización de un gran número de torneos y competencias de póker, de mayor o menor envergadura, que reúnen a aficionados locales en algunos casos, y a los mejores jugadores del mundo, en otros. Como alternativa a estos torneos se levantan las partidas de cash, también muy elegidas por los seguidores de este juego de cartas. ¿En qué consisten y en qué se diferencian estas últimas de los torneos de póker?
Principales diferencias entre una partida de cash y un torneo de póker
Los aficionados al póker deben elegir entre jugar cash y participar en torneos de póker. Si bien la esencia entre ambos es la misma, el póker, hay varias diferencias que se deben tener en cuenta al momento de elegir.
Las partidas de cash se caracterizan porque las fichas poseen el valor monetario que los jugadores pagaron por ellas. Además, los jugadores pueden entrar y salir de la partida cuando lo consideren oportuno. A diferencia de lo que sucede en los campeonatos de póker, al jugar una partida de cash online, por ejemplo, si te desconectas, sales automáticamente de la mesa. Esto quiere decir que no se te siguen repartiendo manos ni se te obliga a poner las ciegas.
Y suelen tener una duración ilimitada, ya que en el transcurso de una partida de cash hay cambios constantes de jugadores. Son los propios jugadores los que determinan cuándo finaliza la partida. Sin embargo, los torneos tienen un orden y una duración predefinida.
Otra diferencia entre ambas competencias radica en que en los torneos de póker suele cobrarse una comisión directa a aquellos que deseen participar. En las partidas de cash, en cambio, se aplica un «rake» que consiste en el descuento de un porcentaje del bote. Este porcentaje suele rondar entre el 1 % y el 5 %, y está muchas veces atado al tamaño del bote en cuestión.
Las partidas de cash también se distinguen de los torneos de póker en que en ellas no hay necesidad de que los jugadores se apresuren a acumular fichas o que inicien otra partida cuando se queden sin ninguna, ya que en el cash existe la posibilidad de recomprar. Esta es una gran ventaja sobre los torneos en los que los jugadores quedan automáticamente eliminados cuando no tienen más fichas.
Estas dos modalidades tienen en común que requieren un mínimo de dos jugadores para dar inicio a una partida. Pero mientras que en el cash hay un máximo permitido de 10 jugadores, en los torneos de póker este número se ajusta a lo que se prestablezca en las reglas de la organización.
¿Qué conviene elegir?
La mayoría de los jugadores suele tener su primer acercamiento al fascinante mundo del póker a través de imágenes e información que le llega de algunos de los torneos más importantes del mundo. Eventos como la World Series of Póker (WSOP) son mundialmente conocidos y llegan a todos los hogares gracias a la televisión y/o Internet. Gozan de gran prestigio y cuentan con la participación de los mejores jugadores del mundo e, incluso, de algunas celebridades.
Por eso no es de extrañar que se sientan atraídos a participar de algún torneo, sobre todo los Sit & Go. Muchos sueñan con levantar un brazalete algún día, pero lo cierto es que la cosa no es tan sencilla. Participar con éxito de los torneos de póker requiere tiempo, disciplina, estudio y, también, mucha inversión. Aún así, siguen siendo una buena opción para tener un acercamiento más íntimo con este juego.
Las partidas de cash, por otro lado, presentan muchas menos variantes de póker que los torneos. Y, por esa razón, hacen más factible la elaboración de estrategias sólidas de juego. Por otra parte, se puede cobrar el dinero ganado en el momento en que el jugador lo decida, sin tener que esperar a que ciertas condiciones estén dadas, como sí sucede en los torneos. Hay quienes dicen que, como su nombre lo indica, es en las partidas de cash donde realmente se mueve y se gana dinero. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que la posibilidad de recompra también aumenta las posibilidades de perder cantidades mayores de dinero, y entrar en un bucle que puede tener un final poco feliz.
Ambas modalidades tienen sus ventajas y desventajas. En última instancia estará en cada jugador elegir qué prefiere basándose en las condiciones que establece cada una y de sus preferencias.
Diversión por encima de todo
Lo cierto es que ya sea que se participe en torneos de póker o en partidas de cash, la emoción de este juego de cartas está presente en igual medida. En cualquier caso, no hay que olvidar apostar y jugar con responsabilidad. Por más margen que le dé el juego a las habilidades y decisiones de los jugadores, siempre será la suerte la que tenga la última palabra.
Por eso, lo mejor es ser prudentes. Comenzar por conocer en profundidad las reglas y las tablas de apuestas de la modalidad a la que se va a jugar es una buena idea. Para ello, puede resultar útil valerse del video póker a modo de práctica.
También puede resultar de mucha utilidad jugar con amigos para ganar confianza y adiestrar el cuerpo y la mente. Lo importante es llegar lo mejor preparado posible a la competencia en cuestión y entender que se trata de un juego que debe tener como último fin la diversión.