El póker es un juego muy apasionante en el que se entremezclan muchas variables, el azar, la psicología, el lenguaje no verbal, la pericia y la memoria del jugador. Todas estas variables convierten al video póker en uno de los juegos más jugados y disfrutados del mundo. Tanto es así que se ha escrito innumerable cantidad de bibliografía al respecto con diversas estrategias para intentar lograr el éxito.
Pero hay una estrategia en particular que es sencilla y puede ser aplicada por todos: el conteo de cartas. Esta estrategia tiene detractores y fanáticos, y hay un mito que dice que está prohibida. Lo cierto es que esto no es así y que, si bien no garantiza el éxito, puede ser utilizada como un recurso más para disfrutar de este entretenido juego de cartas. Veamos de qué se trata.
Las reglas del juego
Aquí hablaremos de la variante de póker llamada Texas Hold’Em, ya que es una de las versiones más populares y jugadas, incluso en el video póker. La dinámica del juego es bastante sencilla. Se elige un jugador que oficiará de dealer y será el encargado de repartir las cartas. Junto a él se ubica el resto de participantes, que irán participando en cada nueva partida, siempre en sentido horario.
El juego comienza cuando el que oficia de dealer baraja las cartas y le reparte dos a cada jugador. Los jugadores miran sus cartas y comienzan a tomar las primeras decisiones, en base a las cuales se larga la primera ronda de apuestas. Es en este momento que los jugadores pueden retirarse, igualar o subir la apuesta. En el caso de que algún jugador se decida por esto último, los restantes deberán decidir si igualan su apuesta o si se retiran.
Una vez que todas las apuestas estén igualadas, el dealer coloca sobre la mesa tres cartas boca arriba. Se trata de las cartas comunitarias, con las que todos los jugadores cuentan para armar sus propios juegos. Luego viene otra ronda de apuestas, similar a la anterior. Después el dealer coloca otra carta boca arriba, luego otra ronda de apuestas, una carta final y la última ronda de apuestas. Para ese momento habrá 5 cartas sobre la mesa y cada uno de los jugadores restantes tendrá su jugada ganadora.
Ahora, llega el momento de la verdad. Si quedó en pie más de un jugador se procede a mostrar las cartas y el que tiene la mejor mano se hace con el bote ganador. Si queda un solo jugador, este se lleva todas las apuestas sin necesidad de enseñar sus cartas.
La habilidad de contar cartas
En principio, debemos aclarar que contar cartas no implica ganar ni asegura ningún tipo de éxito. Puede resultar ser una estrategia útil para tomar mejores decisiones y para organizar nuestro juego, pero no mucho más que eso. Hay muchas variables sobre las que no tenemos información y que dificultan la realización de cualquier estimación precisa. ¿Qué pasa con el conteo cuando se juega con un crupier en vivo? Puedes informarte mejor sobre ello aquí.
Para comenzar con este conteo, se debe saber que al póker se juega con la baraja inglesa y que esta posee 52 cartas. A su vez estas se dividen en 4 palos (picas, diamantes, corazones y tréboles), y cada palo tiene 13 cartas que van del AS a la K o rey. Esto implica que en una baraja de póker hay cuatro cartas de cada número. Entonces, si buscas una pareja y tienes una, quedan 3 por aparecer, si vas a por el trío y tienes una pareja, quedan dos y si tienes un trío y buscas el póker, quedará una.
Ahora sí podemos comenzar a analizar nuestras opciones más detenidamente. A la baraja deberás restarle las cartas privadas y las cartas comunitarias, 3, 4 o 5, dependiendo en la etapa del juego que nos encontremos. Luego de eso, lo ideal es establecer un norte, a cuál combinación de cartas vamos a apuntar, y luego calcular los outs y los odds. Cuando hablamos de outs nos referimos a la suma de las cartas que aún no salieron y que necesitamos para completar la combinación seleccionada. En cambio, los odds son las probabilidades de que esa carta salga. Entonces la fórmula matemática para contar cartas en póker sería la siguiente: odds = outs/cartas posibles, siendo cartas posibles la cantidad de cartas que quedan en el mazo. El resultado será el porcentaje de probabilidad de que salgan las cartas que necesitamos para conseguir la mano que buscamos.
No jugamos a adivinar
La técnica de contar cartas no consiste en adivinar, sino en utilizar las matemáticas a favor del jugador. Pero no se debe confiar todo a esta estrategia, ya que solo sirve para acercarse al objetivo propio, pero no para conocer el juego del contrincante. Entonces puede pasar que se busque y se logre una determinada jugada, pero que el rival tenga una mejor. No hay que olvidar que el póker sigue siendo un juego de azar y como en todos los juegos de azar hay que jugar con responsabilidad, sabiendo que siempre es la suerte que la que tiene la última palabra.