El casino online ha logrado popularizar mundialmente los juegos de azar en la actualidad, pero muy pocas películas muestran el lado más humano de los jugadores. El contador de cartas es un muy buen ejemplo de esto, ya que logra recuperar esa intensidad presente en el juego, combinándola con una atmósfera sombría, llena de dilemas morales, redención y giros interesantes.
¿Estás buscando una película para ver el fin de semana? ¡A continuación te contamos de qué trata esta, qué la hace especial y por qué deberías verla!
¿De qué trata El contador de cartas?
Primero hablemos un poco de la trama. Dirigida y escrita por Paul Schrader, El contador de cartas, cuyo título en inglés es The Card Counter, es un drama thriller estrenado en el año 2021. El film sigue la vida de William Tell (interpretado por Oscar Isaac), un militar retirado marcado por un pasado polémico y una rutina de vida bastante inflexible. Totalmente alejado de los lujos y la buena vida, William recorre los casinos de Estados Unidos, jugando en partidas modestas para no llamar demasiado la atención.
Sin embargo, la vida de William da un giro abrupto al conocer a Cirk (Tye Sheridan), un joven que está buscando vengarse de un coronel militar, quien también forma parte del pasado del protagonista. Con la colaboración de Linda (Tiffany Haddish), quien trabaja como reclutadora de jugadores profesionales, William se adentra en un circuito de torneos para llegar al World Series de Póker en Las Vegas. Pero, más allá de las razones superficiales del protagonista, lo que verdaderamente busca es la posibilidad de redimirse de un pasado que lo atormenta.
¿Qué hace única a esta película?
Si bien el entorno del póker suele asociarse a escenas de partidas emocionantes, estrategias inesperadas y sorpresas constantes (como suele ocurrir en muchas historias vinculadas al casino físico, o inclusive al casino online) esta película tiene un enfoque bastante diferente, y esto es lo que la hace especial y distinta entre las de su misma temática. El director decide construir un drama bastante introspectivo, con una historia que se desarrolla de manera lenta y pausada, cargada de tensión y cuestionamientos morales.
A medida que la tensión crece, se va revelando cierta información que sirve para terminar de armar el rompecabezas. Mediante el uso de recursos como el flashback y la voz en OFF, conocemos cada vez más sobre el personaje de William y su pasado carcelario, así como sus sentimientos de culpa con los que lucha constantemente. Todo este peso que carga, lo hacen refugiarse en la rutina y en la frialdad metódica relacionada con las cartas. Y de esta manera entendemos el porqué de su personalidad. El estilo visual: un contraste con el caos interior del protagonista
Si hablamos de rasgos distintivos de El contador de cartas, debemos hablar de su puesta en escena. Schrader utiliza una estética bastante “ascética” en los espacios de juego, optando por una iluminación básica y planos fijos, los cuales contrastan con la intensidad de las partidas. Con este estilo sobrio y poco llamativo, acentúa aún más el aislamiento emocional por el cual está pasando el protagonista.
Además, las escenas que muestran el pasado militar y carcelario de William están filmadas con ángulos bastante inquietantes, los cuales también contrastan con el tiempo actual del relato. La percepción del espectador es que el espacio donde está William se vuelve asfixiante y opresivo, al igual que la forma en que se muestran los personajes que forman parte de él. Todas estas cuestiones hacen sentir al espectador que el pasado de William fue algo parecido a una pesadilla constante.
En contraposición, podemos ver que el protagonista tiene una calma interior inquebrantable, a pesar de llevar un caos dentro de sí.
¿Por qué deberías ver El contador de cartas?
Si estás buscando una película con un ritmo frenético, una trama sobre partidas espectaculares, estrategias de juego, y mucho movimiento, esta no es la película para ti. Sin embargo, si te interesan las historias que profundizan en dilemas morales, que exploran personajes complejos y con una mirada distinta sobre el universo de los juegos, El Contador de cartas es tu película. Además, este film retrata los entornos de torneos de póker, evocando dinámicas parecidas a las de un casino online, es decir, donde las emociones individuales de los jugadores conviven en un espacio de tensión.
Otro de los puntos fuertes de esta película es la genial actuación de Oscar Isaac, encarnando a William con la frialdad y profundidad humana que requiere este personaje. Asimismo, la película sigue una línea estética marcada por lo sombrío, así como una temática relacionada con la culpa, la violencia, y la búsqueda constante de redención.
Si bien El contador de cartas es un film para mayores de 16 años, no está recomendada para todo el mundo, ya que no busca complacer a la audiencia, respecto a lo que esperarían de una película sobre el juego y los jugadores. A diferencia de la dinámica vertiginosa que muchos asocian con un casino, su ritmo más pausado y su estilo sobrio puede terminar frustrando a algunos espectadores más impacientes. Otro punto que puede resultar incómodo para la audiencia más “hollywoodense” es su clímax, que resulta un poco apagado en relación con la tensión que va creciendo y acumulándose a lo largo de la historia.
Sin embargo, su punto más a favor es que se trata de una película que invita a la introspección y reflexión, usando el mundo de las apuestas como contexto para contar una historia mucho más profunda sobre culpa, responsabilidades y segundas oportunidades.
Siempre es bueno recordar que jugar responsabilidad es un aspecto importante para el disfrute real de la experiencia. No importa si estás jugando en un casino online o en un casino físico: establecer límites de tiempo, dinero, y no jugar bajo presión emocional es fundamental para vivir una experiencia de juego sin riesgos ni contratiempos desagradables.
¿Te embarcarías en un viaje de redención y apuestas en una tarde de cine con El contador de cartas?



