El blackjack es uno de los juegos de naipes más populares en cualquier casino del mundo. Presenta un desafío único que consiste en retar al crupier en cada ronda intentando que la mano sume 21.
Tradicionalmente, se jugaba al blackjack con un solo mazo de cartas, pero con el paso del tiempo, los casinos han ido ampliando ese número. ¿Con cuántas barajas se juega actualmente al blackjack? La respuesta dependerá del lugar y de la modalidad en cuestión.
Un breve repaso por lo básico del blackjack
En el blackjack los jugadores se enfrentan al crupier o representante de la banca. Las partidas no enfrentan a los jugadores entre sí. En cada ronda, se reparten dos cartas a cada jugador, y dos al crupier. El objetivo es sumar 21 o, en su defecto, acercarse lo más posible.
Para ello, los jugadores podrán pedir más cartas, plantarse con las recibidas, dividir su mano o, incluso, doblarla, duplicando la apuesta.
En la actualidad, existen diferentes modalidades de blackjack online, que hacen variar levemente algunos detalles, aunque la esencia siga siendo la misma. De esta manera, por ejemplo, en algunas modalidades las dos cartas del crupier se mantienen ocultas hasta el final, mientras que en otras, se da a conocer la primera antes de que los jugadores realicen sus movimientos. En algunas versiones se introduce la posibilidad de rendirse, mientras que en otras esto no está contemplado. Y así con otras cuestiones entre las que también se incluye la cantidad de mazos a utilizarse en cada ronda.
Cuando participes de una partida de blackjack, ya sea en un casino físico o uno online, lo más probable es que se utilicen entre 6 y 8 mazos. Aunque la realidad es que este abanico puede variar entre un mazo y ocho. Eso sí, siempre se trata de mazos de 52 cartas de la baraja francesa. Algunos casinos online te darán la opción de elegir la cantidad de mazos, pero esto no es lo más frecuente.
¿Con cuántos mazos es más conveniente jugar blackjack?
La regla es bastante simple: cuantos más mazos se utilicen en una partida de blackjack, mayor será la ventaja para la casa. Los motivos son los siguientes:
– Se vuelve más difícil el conteo de cartas. Como tal vez ya sepas, esta es una de las estrategias más utilizadas por los jugadores de blackjack más expertos. El conteo de cartas no implica, como muchos piensan, ir tomando nota mental de los valores de las cartas ya aparecidas. O sí, pero con un valor especial que se reduce a +1, 0 y -1. Esto le permite al jugador conocer, a grandes rasgos, si en el mazo van quedando más cartas altas que bajas. Si al promediar el juego la cuenta que lleva mentalmente le arroja un valor alto, significa que por jugar quedan más 10, figuras y ases que cartas bajas. Esta estrategia puede resultar de gran ayuda al momento de tomar decisiones. Sin embargo, cuantos más mazos se utilicen, más difícil se vuelve llevarla adelante.
– Se torna más complejo hacer blackjack. Esto ocurre cuando con las dos primeras cartas se logra sumar 21, lo que se convierte en una victoria instantánea. Esto sucede porque, al haber más cartas en juego, se reducen las probabilidades de recibir un 10 en el reparto inicial.
Por eso, las partidas que se juegan con un solo mazo son las preferidas de los jugadores más expertos. Y las que suelen llevarse las apuestas más altas.
Un juego apasionante desde sus orígenes
El blackjack comenzó a jugarse en Europa en el siglo XVII bajo el nombre de Veintiuno. Cuando cruzó el océano, ya en el siglo XX, y se comenzó a implementar en los casinos de Estados Unidos, el juego cambió su nombre y comenzó a llamarse Blackjack. ¿A qué se debe esta denominación?
Hay quienes aseguran que por aquel entonces, los casinos estaban ávidos de conseguir jugadores e implementaban toda clase de estrategias para hacerlo. Una de ellas consistía en ofrecer un bono, denominado blackjack, a todo aquel que lograra sumar 21 con un As y una Jota de picas. Cuando el tiempo pasó, el bono dejó de ser ofrecido, pero el nombre se mantuvo para el juego de cartas.
Con el paso de los años, han surgido distintas modalidades de blackjack que introducen pequeñas variaciones a la versión original. Entre ellas, la cantidad de mazos que se emplea durante la partida. Si quieres conocer más sobre este juego y cómo jugarlo, puedes hacerlo leyendo este artículo.
Un desafío al aburrimiento
¿Por qué el blackjack no solo no ha perdido nada de su popularidad original, sino que ha ido ganando más con el paso del tiempo? Básicamente, se debe a que es un juego muy dinámico y muy desafiante, si bien la suerte determina qué cartas le toca a cada uno, incluyendo al dealer, en cada ronda, el juego deja un buen margen para que cada jugador decida qué hacer con ellas.
El juego es, además, uno de los que tiene la ventaja más baja para la casa, favoreciendo a los jugadores que saben sacar provecho de ello. ¿Pero cómo hacerlo?
Los mejores consejos para jugar al blackjack pueden reducirse a unos pocos. En primer lugar, conocer bien sus reglas, y las de la modalidad específica a la que se juega, así como también el valor de cada carta. En segundo lugar, puede resultar interesante desarrollar alguna estrategia, ya sea la del conteo de cartas u otra, para poder anticiparse a cada situación y saber qué decisión tomar.
Por último, pero para nada menos importante, el mejor consejo para este y cualquier otro juego de casino es jugar con responsabilidad. No importa la estrategia que se utilice, ni la cantidad de mazos que se pongan en juego, la suerte siempre tendrá un papel preponderante en el resultado de la partida. Por eso, mantén la mente en frío, establece límites tanto de tiempo como de presupuesto y respétalos. ¡Así estarás listo para desafiar al crupier y al aburrimiento!
