Juan y la llave de la felicidad
El anuncio de la lotería de navidad ha llegado. Es posible que se trate de uno de los anuncios más esperados y vistos del año y en este caso lo personifica un señor amargado llamado Juan, un cerrajero de profesión que no quiere ni compartir el ascensor con su amable vecino. Sin embargo, un buen día le toca la lotería y se va a dormir para despertarse y ver que todo ha sido un sueño. Este acontecimiento se repite sin parar, día tras día le sigue tocando la lotería pero nunca puede recibir el dinero porque todo ha sido un supuesto sueño y el hombre, en lugar de volverse loco o probar un juego de mesa diferente, utiliza todos los medios que le vienen a la cabeza para comprar más décimos de lotería y así ganar más dinero.
Finalmente, cansado de la repetición de los acontecimientos, decide compartir el ascensor con su vecino y más tarde, en el bar, se ofrece a compartir el décimo con la chica que hay sentada a su lado (una chica a la que le negó una llave), entonces todo se vuelve realidad y al día siguiente es un millonario de verdad.
Literatura, cine y felicidad
En Casino777 sabemos que a lo largo de la historia, la literatura y el cine nos han deleitado con diversas frases, cursis pero ciertas, sobre la importancia de compartir para ser felices.
La moraleja de este anuncio se puede resumir en la última frase del personaje principal de “Hacia rutas salvajes”, basada en una historia real. Christopher dijo: “La felicidad solo es real cuando se comparte”. Y lo cierto es que este personaje tenía mucho que ver con el protagonista de nuestro anuncio. Ambos viven en la soledad, aislados emocionalmente de las personas. El protagonista de nuestro anuncio desarrolla una personalidad antipática y fría hacia los demás hasta que la vida, pacientemente, le da una lección. El protagonista de “Hacia rutas salvajes” llega a esta teoría de una forma mucho más dolorosa. Tras deshacerse de todo lo que tiene y adentrarse en la zona más salvaje de Alaska para leer y descubrir el sentido de la vida y la felicidad, llega a la conclusión de que “la felicidad solo es real cuando se comparte” unos minutos antes de morir de hambre. Eso fue lo último que escribió, una frase cargada de poder que el chico consigue escribir con la poca energía que le queda, en la más absoluta soledad.
Valora lo que tienes
Es importante saber con quién merece la pena compartir las alegrías y las buenas noticias. Por eso, todos debemos aprender a valorar y cuidar a esas personas que están a nuestro lado y nos apoyan en cada una de las decisiones que tomamos, ayudándonos a crecer como personas.
En el anuncio, nuestro protagonista recibe la lección de forma peculiar, el destino le hace vivir el mismo día una y otra vez sin poder salir de ese círculo vicioso, sabiendo lo que va a pasar en cada momento y esperando a irse a dormir para darse cuenta de que todo fue un sueño.
Por desgracia, la realidad no es así. El destino no nos hace cambiar de forma mágica y tanto los más infelices como los más amables tienen las mismas posibilidades de ganar en juegos de azar como la ruleta o la lotería. Sin embargo, eres tú el que decide qué clase que persona quieres ser. Al final del día, con millones o sin ellos, la felicidad está dentro de uno mismo.