Los juegos de casino ejercen gran fascinación en los jugadores de todo el mundo. Tanto en los que asisten a las salas físicas como en quienes juegan desde sus casas en un casino online. Son divertidos, ofrecen una experiencia de juego agradable y, suerte mediante, brindan la posibilidad de acceder a interesantes premios.
¿Pero qué es exactamente lo que hace que sean tan populares? ¿Se trata solamente del deseo de acceder a las posibles ganancias o hay más? ¿Qué factores psicológicos y biológicos influyen durante las sesiones de juego? A continuación, veremos qué es lo que hace que los juegos de casino sean tan atractivos y generen el deseo de jugarlos una y otra vez.
Los juegos y su efecto en el cuerpo
No es un dato menor que los juegos de azar, presentes en nuestra sociedad desde hace siglos, lejos de perder popularidad ganen cada día más público. Esto se debe a que, desde siempre, jugarlos genera placer. ¿Qué sucede con el cerebro de los jugadores mientras se divierten jugando en el casino?
Cuando se apuesta, se liberan principalmente dos hormonas que tienen gran efecto en nuestro cuerpo: la dopamina y la adrenalina. La primera es conocida como la hormona del placer, y se ha comprobado que en el juego se libera tanto cuando se gana como cuando se pierde. Esto es debido a la emoción que se siente frente a la incertidumbre de un resultado desconocido. Puede parecer extraño, pero muchas personas disfrutan del hecho de correr cierto tipo de riesgos.
La adrenalina, por otra parte, se libera cuando el cuerpo se encuentra en situaciones de tensión y es la responsable de ponernos en estado de alerta, de acelerar el ritmo cardíaco y de aumentar la tensión muscular, entre otras cosas. Quienes alguna vez han jugado a juegos de azar seguramente han experimentado varias de estas cuestiones. Estas dos hormonas combinadas producen un efecto que genera la necesidad de jugar una y otra vez, ya que el cuerpo disfruta en presencia de mucha cantidad de ambas.
La psicología del juego
Ahora bien, ¿qué sucede con lo que respecta a la psicología del jugador? Más allá de la dopamina y la adrenalina que los juegos generan, las personas los eligen por otros motivos que involucran también factores psicológicos y culturales.
Uno de ellos es el deseo de escapar por un rato de la realidad cotidiana. Los juegos de casino ofrecen una gran fuente de diversión que permite evadirse de la rutina momentáneamente. Además, están desarrollados de tal manera de crear entornos agradables y placenteros. Las slots, por ejemplo, presentan gran variedad de temáticas que permiten acceder, muchas veces, a un mundo de fantasía que resulta muy reconfortante.
Otro factor que lleva a muchas personas a jugar es el convencimiento, erróneo, de que el juego permite ganar dinero de una manera fácil y rápida. Es cierto que algunos posibilitan acceder a premios verdaderamente interesantes. Pero esto no ocurre la mayoría de las veces. En el casino se gana y se pierde, y el resultado de cada partida queda en manos del azar. Por eso, solo hay que acercarse a él en busca de diversión y entretenimiento, nunca como un modo de ganarse la vida.
La psicología también influye fuertemente en aquellas personas que creen en la suerte, y en los amuletos que pueden ayudarlos a atraerla. De esta forma, muchos se aferran a ellos y confían en su poder a la hora de sentarse a jugar, sintiéndose más proclives a ganar.
Esta creencia en la suerte y la superstición se relaciona también con lo que se conoce como la falacia del jugador. Esta se basa en pensar que si un juego no ha dado ganancias durante mucho tiempo, no faltará mucho para que lo haga. De esta forma, si los botes progresivos, por ejemplo, son muy elevados, se cree que estarán próximos a entregarse. O, si una máquina tragaperras ha estado demasiado tiempo sin dar premios elevados, se cree que jugar en ella es una buena idea porque el éxito debe estar cerca.
Otra mala jugada de las emociones que suele ser bastante común entre los jugadores de casino es la que lleva a que en una racha perdedora se siga jugando pensando que en algún momento se recuperará el dinero perdido. De igual manera, cuando se gana de manera recurrente, muchos se olvidan de que la suerte puede cambiar de un momento a otro y aumentan el valor de sus apuestas en busca de más y más ganancias. Ambas decisiones suelen traer malos resultados.
Controlar las emociones para divertirse más y mejor
Además de todo lo señalado, hay que tener en cuenta que nadie se sienta a jugar juegos de casino pensando en que va a perder. Por el contrario, todos lo hacen con una mentalidad ganadora. Esto suele ir de la mano de una sensación de control que hace sentir que se puede influir en los resultados de alguna manera. Sin embargo, quienes piensan así caen en el error de olvidar que todos los resultados de los juegos de casino son aleatorios.
Conocer los factores biológicos y psicológicos que influyen en el gusto por el juego, nos lleva a entender también por qué en algunos casos conducen a la adicción. Mientras algunos se acercan a los juegos de casino para divertirse o despejar la mente de las preocupaciones, otros terminan volcándose desesperada e incontrolablemente a ellos con una necesidad imperiosa de ganar y seguir jugando.
Sin embargo, las posibilidades de perder sí que existen. Si bien cada juego presenta una mayor o menor ventaja para el jugador y para la casa, el azar es el que define el resultado en todos ellos. Los juegos de casino son divertidos, atractivos y generan momentos de placer y emoción. Eso es innegable. Sin embargo, y debido principalmente a ello, siempre es necesario resaltar la enorme importancia de no dejarse llevar por la emoción desmedida, de intentar mantener la cabeza fría y lograr así jugar siempre responsablemente.