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Doble o nada: 3 historias increíbles de juego

Sería difícil encontrar a un jugador de casino que no tuviera algún tipo de historia loca de juego, así como lo es no tener un amigo que tenga una historia divertida que contar. Muchos van desde jugadores que apuestan pequeñas sumas de dinero y las convierten en una fortuna, mientras que algunos contarán grandes historias sobre cómo superaron las probabilidades y salieron del casino como ganadores.

Y aunque todas las historias anteriores seguramente sean fantásticas, aquí te presentamos tres con las que te frotarás los ojos de incredulidad.

Trucos de póquer

En los viejos tiempos, hacer trampa en una partida de póquer era bastante fácil. Los jugadores más pícaros usaban su ingenio para esconder ases en sus mangas y otros ideaban aparatos que les ayudaran a mantener la carta en su lugar hasta que llegara el momento oportuno. Algunos trucos de cartas incluían el juego de manos desde la parte inferior de la baraja, lo que daría a ciertos jugadores de la mesa una clara ventaja y la posibilidad de hacer trampas.

Sin embargo, gracias a la tecnología, el arte de hacer trampa en un juego de póquer se ha convertido no solo en algo mucho más difícil, sino en algo más “apetitoso” en caso de salir bien.

Buen ejemplo de ello fue un jugador australiano que ganó $32 millones en solo ocho manos de póquer, algo normalmente inimaginable. Además, no era un jugador profesional, sino un tipo corriente que quería “probar suerte”.

El hombre jugó en el Crown Casino de Melbourne y tenía un cómplice en el exterior, que había hackeado la cámara de seguridad del casino y grabado cada mano de sus oponentes. El hacker le comunicaba a su compañero las manos en tiempo real a través de un auricular. Lo verdaderamente asombroso es que, a pesar de que las autoridades se enteraron, se permitió que el jugador conservara sus ganancias intactas.

Todo al rojo

Floyd Mayweather apostó el 4,2 % de su patrimonio neto en un partido de baloncesto en 2013, que valió la pena. En ese momento, se rumoreaba que su fortuna rondaba los 140 millones de dólares, lo que significa que su apuesta original era de aproximadamente 5,9 millones de dólares.

Para muchos este dinero parecerá insondable y es cierto que la estrategia de apuestas suena muy agresiva, pero ¿qué sucede cuando apuestas todo tu patrimonio neto a un giro de ruleta?

Eso es lo que hizo la inglesa Ashley Revell. Vació toda su cuenta de ahorros, vendió todo lo que tenía, excepto la ropa que llevaba puesta, fue a Las Vegas y lo apostó todo al rojo. En el espacio de 20 segundos, convirtió $136 000 en $272 000.

Un poco de Baccarat

Si existiera algo parecido a una Asociación Mundial de Baccarat deberían estar más atentos, ya que el baccarat es el juego que más dinero cuesta a los casinos, y todo a causa de pequeños errores. Estos errores se hicieron particularmente notorios la vez en la que 14 jugadores ganaron $1,5 millones en el Golden Nugget Casino de Atlantic City en una noche como resultado de cartas defectuosas y fallos de los crupieres.

El casino pensó que estaban usando cartas previamente barajadas, pero los jugadores se dieron cuenta que no lo estaban haciendo y que aquellas que salían tenían el mismo palo. No es de extrañar que, sabiendo qué cartas iban a salir, los jugadores vieran una gran oportunidad para ganar una gran suma de dinero. Mientras que los crupieres no se enteraron de nada, los jugadores aumentaron sus apuestas de $100 a $5000 por mano y siguieron ganando.