¿A quién no se le ha caído un bote de sal alguna vez sin preocuparse? ¿Quién no ha roto un espejo, visto un gato negro o pasado por debajo de una escalera y no ha podido evitar pensar: “me traerá mala suerte”? ¿Y si además te das cuenta de que es martes y trece? Mejor no apostar ese día en un casino, ¿verdad?
“Afortunado en el amor o en el juego” parece ser un mantra que se repite desde que podemos recordar en España. Según los expertos no se puede ser afortunado en ambas cosas, y algunos eligen escoger una de ellas pero, ¿qué pasaría si pudiéramos “atraer” la suerte de alguna otra manera? ¿Para qué vivimos en uno de los países con más supersticiones del mundo occidental si no podemos jugar con la suerte?
Es cierto que nadie está completamente libre de los pensamientos supersticiosos, ya que forman parte de nuestra tradición. Y ya sabemos que las abuelas siempre llevan algo de razón. Pero algunos eligen evitar la mala suerte con rituales y objetos que desencadenan una corriente de pensamiento positivo que, para muchos, puede llevar a conseguir mejores resultados en todo lo que nos propongamos. Nadie puede negar la tranquilidad que nos proporciona dejar algo de responsabilidad en manos de algo azaroso que no dependa de nosotros.
Desde pasar el billete de lotería por el vientre de una mujer embarazada a cruzar los dedos o llevar una pata de conejo, todos tenemos objetos o rituales que nos han traído buena suerte cuando íbamos a examinarnos del carnet de conducir, a pasar una entrevista de trabajo o a jugar en un casino. Existen, además los amuletos personales o talismanes a los que cada jugador da una interpretación o valor distinto. En Casino777 lo sabemos bien, por eso hemos decidido enumerar algunos de los rituales más habituales de los jugadores, y también los más estrambóticos. Hay rituales u objetos que tradicionalmente traen mala suerte, pero que muchos jugadores los llevan como portadores de buena suerte, como el color amarillo o apostar al número 13. Todo depende de la mente y la mente puede ser muy poderosa al conseguir resultados. Al final, si utilizamos un objeto o realizamos un ritual mientras jugamos y, más tarde, obtenemos una ganancia, lo normal suele ser que ese ritual se convierta en una rutina que repitamos. Así, entramos inevitablemente en el club de los supersticiosos.
Objetos o rituales para tener buena suerte
Algunos prefieren objetos a los que aferrarse cuando empiezan a jugar, otros simplemente cumplen con una rutina de rituales que les haga sentirse más seguros y otros adoptan un poco de todo. No es extraño ver extravagantes “trajes de la suerte”, sombreros, amuletos colgando de las manos, el pantalón o el cuello en los casinos de todo el mundo. Lo cierto es que los más populares y reputados objetos o rituales son los siguientes:
– Llevar una pata de conejo. ¿Que de dónde viene este amuleto? El conejo es el único animal que nace con los ojos abiertos y, por lo tanto, se le otorga la posesión de cualidades clarividentes.
– Frotar el billete de lotería en la barriga de una embarazada. Parece evidente saber por qué este ritual podría atraer la suerte del que juega. El embarazo está tradicionalmente ligado a la abundancia y las riquezas.
– Estar de pie. Algunos jugadores se mantienen en tensión y no se sientan por miedo a relajarse y perder todo lo apostado.
– Mirar para otro lado o cerrar los ojos. Piensa en la última vez que apostaste a lo grande en Casino777, seguro que no pudiste evitar cerrar los ojos visualizando grandes ganancias.
– Cruzar los dedos. ¡Has acertado! Al cruzar los dedos intentamos simular un gesto que ya se realizaba en los primeros tiempos del cristianismo simulando una cruz para protegerse de pecados y obtener buena suerte.
¿Sabías que…?
Nápoles es conocida por ser la ciudad de las supersticiones y la magia. Prueba de ello son algunas relacionadas con la popular “lotto” o lotería. Los napolitanos tienen una manera un tanto curiosa de apostar a la lotería. Y es que los napolitanos tienen un método infalible para ganar, recogido en un libro llamado Smorfia (que deriva de Morfeo, dios griego de los sueños). Este libro es una especie de diccionario de los sueños que les ayuda a asociarlos con un número, con el que la persona podría acertar los números de la lotería.