“A lo largo de la vida, todo el mundo es un perdedor, pero la emoción de ser capaz de ganar hoy, perder el mes que viene, ganar el año siguiente… es el reto de esta ciudad”. Estas eran las palabras de uno de los mayores jugadores de casino al documentalista Louis Theroux sobre Las Vegas hace unos años.
Las Vegas tiene mucho que ver con el sueño americano del hombre hecho a sí mismo. Ir a un casino con un billete de 10 dólares y volver con 1 millón. ¿Improbable? ¡Pero posible!
Aunque el común de los mortales se dedique a apostar pequeñas cifras de dinero, hay algunos grandes “apostadores” que se atreven a jugar una cantidad de 6 cifras o más. Estos jugadores se conocen en inglés con el nombre de “high rollers”, pudiendo llegar a apostar entre $100 000 y $1 000 000 en tres días. Es cuando la cifra excede el millón de dólares cuando los casinos toman nota y designan a ese jugador con el título de “ballena” de casino. Las “ballenas” tienen un presupuesto general de entre 1 millón y 20 por fin de semana y pueden ganar o perder millones en cuestión de horas.
Estos jugadores normalmente apuestan $25 000 por mano y aprovechan los incentivos que los casinos les ofrecen, como estancias de lujo, comida gourmet y acompañantes o transporte gratuito. Se estima que existen tan solo unas 200 “ballenas” en el mundo.
A continuación haremos referencias a algunas de las más grandes “ballenas” de la historia de los casinos.
Archie Karas
Cuando Karas llegó por primera vez a Las Vegas, solo tenía $50 a su nombre. Sin embargo, consiguió convertir este dinero en $40 millones a través del juego de dados llamado Craps durante algunos años en los casinos de Las Vegas. ¡Un sueño hecho realidad para Karas, que aún sigue jugando!
Akio Kashiwagi
Este ávido jugador de Baccarat hizo las delicias de los casinos de Las Vegas y Atlantic City durante los 70 y los 80. Desafortunadamente, en 1992 fue hallado muerto en su casa de Japón apuñalado más de 150 veces por una espada Samurai, probablemente por sus deudas de juego.
Kamel Nacif Borge
Este mexicano de origen libanés se ganó el apodo del “Rey de la mezclilla”. Es uno de los hombres más ricos de México y uno de los jugadores de casino más famosos del planeta. ¿Su juego? El baccarat, como el de tantas otras “ballenas”. Las malas lenguas dicen que su mal genio sale a relucir cuando tiene una “mala racha” jugando.
Phil Ivey
Ivey es sin duda el mejor jugador de póquer de todos los tiempos. Célebre por sus tours mundiales, nadie ha logrado averiguar si va ganando o perdiendo. Se sabe que normalmente apuesta $100 000 a los Craps y $200 000 en cada mano de Baccarat.
Gonzalo García-Pelayo
En España también tenemos la famosa historia de este jugador que, junto a su familia entera, llegó a ganar millones (algunos dicen que hasta 250) a la ruleta, teniendo en cuenta las imperfecciones físicas de esta y la estadística más pura. Este músico y cineasta es el caso más notorio de una “ballena” del juego en nuestro país y fue vetado en el Casino Gran Madrid junto a su familia.