Los juegos de casino no solo traen con ellos horas de diversión, sino que también han dado origen a grandes jugadores que han pasado a la historia por sus logros. Tal es el caso de Ken Uston, apodado «el hombre blackjack», cuya hoja de vida esconde hechos y momentos tan apasionantes como el mismo juego.
Los orígenes
¿Qué es lo que llevó a Ken Uston a convertirse en referencia mundial en lo que a conteo de cartas en el blackjack se refiere? Posiblemente, su pasión por ese juego de naipes. Pero sus orígenes y sus primeros años de vida parecen contener los verdaderos motivos que lo llevaron a querer trascender y sobresalir de entre la gente común.
Ken Uston había nacido en Estados Unidos bajo el nombre de Kenneth Senzo Usui. Su padre era un empresario japonés con mucho éxito y prestigio dentro del mundo de los negocios, cuya realidad cambió a partir del episodio de Pearl Harbor, durante la Segunda Guerra Mundial. A partir de entonces, las personas de origen japonés comenzaron a ser vistas con malos ojos y a ser víctimas de agresiones y burlas.
Por eso, la familia decidió mudarse a otro estado y empezar una nueva vida. Y Ken adoptó un nuevo nombre y apellido, con los que se hizo famoso. Con los años, demostró tener una mente brillante, y logró graduarse en Yale y en Harvard. Pareció haber heredado de su padre la facilidad para los negocios, y lo demostró con una exitosa carrera como agente de bolsa en San Francisco. Sin embargo, la vida le tenía preparado otro destino, que le llegaría de la mano de Al Francesco.
De agente de bolsa a contador de cartas
Aunque hay muchas versiones acerca de la manera en que ambos se encontraron, a principios de los 70 conocer a este emblemático jugador de blackjack le cambiaría la vida para siempre. Por ese entonces, Al Francesco, uno de los pioneros en el conteo de cartas en el blackjack, lo invitó a formar parte de su equipo para visitar casinos de Estados Unidos y aplicar su exitosa técnica.
Tal vez impulsado por aquel resentimiento acumulado durante su infancia y adolescencia, Ken Uston no lo pensó demasiado. Dejó su carrera profesional a un lado y buscó la gloria en las mesas de casino. ¡Y vaya que lo consiguió! Al y Ken, junto con los demás miembros del equipo de contadores, no hacían más que sumar ganancias partida tras partida.
¿En qué consistía el método de conteo de cartas que utilizaban?
En una partida de blackjack, la casa, representada por el crupier, siempre presenta frente a los jugadores una pequeña ventaja de alrededor del 1 %. A pesar de ser uno de los juegos de casino que tiene una de las ventajas de la casa más bajas, ese margen siempre está presente.
Sin embargo, el método de conteo de cartas posibilita que dicha ventaja disminuya. ¿Cómo? Deduciendo las cartas que quedan sin barajar y, en función de eso, determinando si hay mayores o menores probabilidades de ganar.
A pesar de lo que cualquier jugador inexperto pueda pensar, el conteo de cartas no consiste en sumar el puntaje de ellas. Esta tarea sería imposible durante una partida, ya que demandaría mucho tiempo y esfuerzo. Se utiliza, en cambio, un sistema que se conoce como Hi-Low y que permite determinar si en la baraja queda mayoría de cartas altas o de cartas bajas.
Este era el método que utilizaban Al y Ken con enorme éxito. Tanto, que al cabo de un tiempo, Ken comprendió la conveniencia de formar su equipo de contadores y hacerse con las ganancias de su propio negocio.
Ken Uston: el hombre blackjack
A mitad de la década del 70, el más célebre contador de cartas de la historia del blackjack ya recorría con su equipo los principales casinos de Las Vegas y Atlantic City. Allí ganaban de manera constante. Algunas veces se alzaban con premios más chicos y otras veces con sumas verdaderamente elevadas. De hecho, ken llegó a ganar 12.000 dólares en una sola mano.
Al cabo de un tiempo, estos jugadores que ganaban tan seguido llamaron la atención de los casinos, que decidieron prohibirles la entrada. Pero Uston no estaba dispuesto a aceptar así nomás una decisión que le impedía, injustamente, seguir sacando rédito de su talento e inteligencia.
Por eso, se presentó ante la justicia y demandó a las casas de juego que le habían prohibido el ingreso. En una sentencia inédita que sentó jurisprudencia, el Tribunal Supremo de New Jersey determinó que no había trampa alguna en el conteo de cartas y, por lo tanto, no era aceptable la prohibición de ingreso establecida por los casinos.
A partir de allí, Ken Uston siguió jugando en solitario y se convirtió en toda una leyenda. Ya una vez retirado del juego, escribió dos libros que son considerados biblias por los jugadores de blackjack. Basta con leer Million Dollar Blackjack o Ken Uston on Blackjack para entender por qué se convirtieron en bestsellers rápidamente. También escribió libros sobre videojuegos, ya que llegó a dominar la técnica de algunos tan populares como el Pac-Man.
Una historia de casino sin final feliz
A pesar de que el resultado de su presentación frente a la justicia parecía augurar un futuro prometedor para los contadores de cartas, la cosa no siguió bien para ellos. Los casinos adaptaron rápidamente el juego para seguir manteniendo la ventaja de la casa frente a estos métodos que ahora estaban legalizados.
Lo que hicieron fue aumentar el número de barajas que se ponían en juego en cada partida, e incrementar la cantidad de veces que se barajaba.
Tampoco la vida de Ken Uston terminó de la mejor manera. Sus últimos años los vivió en París, donde este genio obsesivo se dedicó por entero al jazz. En 1987, el hombre que encontró el método para ganar en el blackjack, que identificó los patrones para vencer en los videojuegos, y que supo sobreponerse a la adversidad de su infancia, fue encontrado muerto a los 52 años en el apartamento que alquilaba.